“Y a nosotros, ¿quién nos defiende?...”

CC. OO. de Galicia hace un ERE en su fundación para el 68% de la plantilla

Los empleados, que se han declarado en huelga, serían despedidos con una indemnización de 20 días por año trabajado

Los empleados de la fundación Forem, perteneciente a Comisiones Obreras de Galicia y que se dedica a impartir cursos de formación, han anunciado el inicio de una huelga general indefinida en protesta por el ERE que ha presentado la dirección del sindicato y que afecta a 24 de los 35 trabajadores, es decir, al 68% de la plantilla.

Según el expediente, con el que se extingue la relación laboral, los empleados saldrían con una indemnización de 20 días por año trabajado, lo que ha generado un profundo malestar en la plantilla, que ve hasta cierto punto inmoral que una organización que defiende a los trabajadores use la reforma laboral -contra la que CC.OO. promovió una huelga general- para despedir trabajadores.

En esos términos se expresó en Santiago María Díaz, representante de los trabajadores, que calificó la situación de «paradójica». La eliminación de 24 de los 35 puestos conlleva «el desmantelamiento» de la fundación, en palabras de Díaz, lo que propiciará el cierre de tres de los siete centros con los que cuenta; los de Cervo (Lugo) y Ferrol (A Coruña), que están cedidos y no generan gastos de arrendamiento, y el de Ourense, por el que sí se abona ahora mismo un alquiler.

Desde la dirección de Comisiones Obreras han explicado que no puede sostenerse que la organización aplique de pleno la reforma laboral porque el despido por causas objetivas con una anualidad como tope está en 20 días desde hace dos décadas.

Los ciudadanos creen que las centrales están politizadas y desconectadas de sus necesidades

El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, lanzaba esta reflexión en el Foro de Nueva Economía: “Es mejor tener a la ciudadanía votando en las urnas que acampada en las calles”. Su idea, para insistir en la necesidad de un referéndum sobre los recortes, fue interpretada como una alusión al 15-M. Y en un ejercicio de autocrítica, argumentó que la asociación con lo institucional de los sindicatos y la incapacidad de dar respuestas a la crisis están provocando una desafectación hacia estas organizaciones.

En realidad, su diagnóstico no difiere mucho de las razones que esgrimen los expertos para explicar la baja movilización de la sociedad española a pesar de las circunstancias actuales. Existe “un intenso nivel de movilización pública”, basta recordar las protestas de los funcionarios. Lo que sucede es que éstas no tiene carácter transversal: optan por un modelo individualizado.